JUNTO A BOOZER PUSIERON LA ELIMINATORIA MUY A FAVOR (3-1) 
Fisher volvió a ser decisivo para los Jazz ante los Warriors
La marcha triunfal de los Warriors de Golden State en su campo se cortó después que su ex jugador, Derek Fisher, fuese la gran estrella en el cuarto partido de las semifinales de la Conferencia Oeste que ganaron por 115-101 los Jazz de Utah y se pusiesen con la ventaja de 3-1 al mejor de siete. Fisher, como sucedió en el segundo partido, surgió en los momentos decisivos del cuarto periodo y fueron su triples el arma con el que los Jazz rompieron el marcador cuando faltaban 5:55 minutos para concluir el tiempo reglamentario. Antes el alero Carlos Boozer había respondido de nuevo a su responsabilidad de líder indiscutible del equipo y lo hizo con una aportación de 34 puntos (13 de 19 tiros de campo y 8 de 1 1 desde la línea de personal), 12 rebotes y dos asistencias.
Pero fue Fisher, el veterano que logró tres títulos con los Lakers de Los Angeles, el que respondió a la estrategia perfecta del entrenador de los Jazz, Jerry Sloan, de ponerlo como titular y conseguir 21 puntos, incluidos 14 en el cuarto y decisivo periodo, cuando el equipo de Utah firmó un parcial de 40-23. Fisher, que anotó 6 de 11 tiros de campo, incluidos 2 de 3 triples, y 7 de 7 desde la línea de personal, repartió cinco asistencias y capturó tres rebotes. El veterano escolta de los Jazz rompió el partido con su primer triple del partido para un parcial de 89-87, incrementó la ventaja de los Jazz con canasta de dos puntos y 93-88 en el marcador.
Fisher respondió con otro triple faltando 2:16 minutos y dejó el parcial en 100-93 que hundió por completo a los Warriors, sin capacidad de reacción, y hasta el alero Jason Richardson perdió el control y fue expulsado con falta intencional sobre el pívot turco Mehmet Okur. El resto del camino fue una exhibición completa de los Jazz dirigidos magistralmente por el base Deron Williams, que logró otro doble triple con 20 puntos, 13 asistencias y siete rebotes, dejando al equipo con un 51,4 por ciento de acierto en los tiros de campo y el 50,0 (4 de 8) en los triples y el 86,0 desde la línea de personal.
Los Jazz, intratables
Okur aportó 14 puntos y el alero ruso Andrie Kirilenko logró 12 tantos y se repartieron siete y ocho rebotes, respectivamente, para completar la lista de cinco jugadores que anotaron en doble dígitos. Pero no sólo dominaron los Jazz en el ataque sino que también estuvieron intratables bajo los aros al conseguir 52 rebotes por 36 de los Warriors. El trabajo perfecto estaba hecho y los Jazz lograron su objetivo de conseguir la victoria fuera de su campo que los puso a un triunfo más de llegar a las finales de la Conferencia Oeste por primera vez desde 1998 cuando en su cinco titular estaban el base John Stockton y el alero Karl Malone.
La cita para conseguir el objetivo será el próximo martes cuando ambos equipos regresen de nuevo al Energy Solutions Arena de Salt Lake City. Mientras, los Warriors tendrán que recuperar todo su potencial ofensivo y sobre todo el protagonismo del base Baron Davis si quieren evitar su eliminación de la fase final donde se han convertido en la gran sorpresa. De momento, no pudieron mantener el invicto en su campo del Oracle Arena, donde habían ganado cuatro partidos consecutivos, pero esta vez Davis se quedó con sólo 15 puntos al fallar 10 de los 16 tiros de campo, y repartió siete asistencias.
Tampoco estuvo acertado Richardson, que antes de ser expulsado se quedó con sólo siete puntos con 3 de 12 tiros de campo, seis rebotes y dos asistencias. La aportación de los aleros Al Harrington y Stephen Jackson con 24 puntos cada uno no fueron suficientes para evitar la apisonadora encestadora que fueron los Jazz en los últimos seis minutos del partido con parcial de 22-10. Los Warriors, que habían ganado 10 partidos consecutivos en su campo, incluidos los últimos cuatro de la fase final, tampoco estuvieron acertados en los tiros de personal y se quedaron con sólo 21 puntos en 34 lanzamientos. Davis, que quería haber sido el nuevo Sleepy Floyd que en la eliminatoria de 1987 logró 51 puntos para los Warriors en el Día de la Madre, no se vistió de héroe y tampoco su equipo puso ejecutar en la recta final del partido, como le sucedió en los dos primeros.
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